La Tribuna del Compadre "Carlos Palenque"

domingo, 3 de octubre de 2010

Carlos Palenque Avilés era músico, comunicador social, presentador de televisión, empresario y luego político. Un hombre que fue emergiendo de la nada y que se hizo popular por la conducción de un programa de radio (y luego de televisión) llamado La Tribuna Libre del Pueblo.

En este programa, Palenque, que era el conductor principal, estaba acompañado por su esposa, Mónica Medina y dos imprescindibles: Adolfo Paco y Remedios Loza. Juntos atendían a una interminable fila de personas del pueblo de origen humilde que encontraban en el programa una forma de hacer escuchar su voz.

A los conductores los llamaban "Compadres". Uno no se hace compadre de cualquiera, tiene que ser muy especial para recibir esta denominación y Palenque era el compadre del pueblo humilde.

La Tribuna Libre era de difusión masiva, así que si alguien llegaba del campo por ejemplo, y se extraviaba, lo mandaban allá para que sus familiares lo encuentren, las esposas golpeadas eran ayudadas por el “brazo social de la Tribuna”, las madres que extraviaban a sus hijos tenían gran chance de encontrarlos ahí pues si alguien encontraba a un niño perdido lo llevaba a RTP antes que llevarlo a la policía, había quienes denunciaban abusos legales, etc., la lista es infinita, así como las anécdotas tristes y cómicas de las que a diario éramos partícipes directos los habitantes y estantes de Chuquiago Marka.
En un principio el programa se emitía solamente por la Radio Metropolitana donde la característica era una voz grave así como de ultratumba que pronunciando una “rr” bien “rr” decía “Metropolitana, la rrradio del pueblo”.

A mediados de los ’80 el programa también se empezó a transmitir por televisión, cuando el Compadre Palenque inauguró Radio Televisión Popular (R.T.P.)

Un día X de los miles de días de emisión de la Tribuna, llegó una señora a quejarse de que su marido la había golpeado salvajemente. La cosa era siempre así:

Señora – Buens tardes compadre, bens tardes comadre, comadre Remedios (saludando dando la mano a todos, con mucha educación).

CP – (Con la voz grave que lo caracterizaba y vocalizando perfectamente) Buenas tardes Comadre, que la trae por aquí

Señora – Uiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (empieza el llanto instantáneo) snif mi marhidho me ha pehgado

CP- Pero porqué pues comadrita, que ha pasado

Señora – a patadas, puñetes miagarrado (y en ese momento empieza a mostrar los hematomas en la cara y saca de su aguayo alguna ropa) – akstá mi blusa llena de sjangre, grave me ha lastimado siempre (se saca el sombrero y muestra la herida de su cabeza)

CP- Ya comadre, cálmese, pero dígame comadre qué ha ocasionado que el compadre se enoje así…

Señora – Ay no sé Compadre, borracho estaba, per ley dicho, me voy a quejar ande el Comphatre

CP- Y qué le ha dicho su marido

Señora - Mia dicho: ¡me cago en el compadre, que se vaya a la mierda!

En este programa también había una serie de campañas de gran impacto social, como la Campaña de lentes, donde la gente de escasos recursos podía acceder a un par de lentes gratis o con grandes descuentos. La cosa es que como a caballo regalado no se le miran los dientes, gran parte de las monturas eran realmente feas, más feas que axila con caspa, pero gratis al fin y al cabo.

En una ocasión el compadre entregaba un par de lentes a un viejito muy humilde y le dice:

CP- Ahora cómo ve compadre?

Viejito – Uuu aura bien puesh compadre

CP- A ver mire esta hoja compadre y compruebe si hay alguna diferencia

Viejito – a ver… aishtá puesh compadre, lindo puesh compadre, muchas grashias, ojalá ps shupiera leer compadre.

Así como había denuncias de todo calibre, había en consecuencia, los desmentidos de rigor. En una ocasión, un grupo de jóvenes había sido acusado de pandilleros, de que se reunían en una esquina, amedrentaban a los transeútes, pintaban las paredes y no sé qué cosas más. Al día siguiente fue el grupo de jóvenes a desmentir la denuncia…

J- Si pues compadre, hemos venido a desmentir la vil calumnia que ayer una señora ha dicho que nosotros somos maleantes, que robamos, mentira es compadre

CP- Pero ayer decían que ustedes se reúnen en la esquina de la calle 15 y que toman que todo el día están allí molestando a los transeúntes, como es eso jóvenes, qué pueden decir a su favor.

J- Que mentira es compadre, no estamos todo el día, la mayoría de nosotros trabaja y en la noche nos reunimos a charlar, así nomás Compadre nosotros no tomamos ni hacemos escándalos, mentira es eso compadre.

CP- Dicen que ustedes están organizados y que pintan paredes

J- Sí estamos organizados pero no pintamos nada. Somos los NI FU NI FA compadre, la mayoría de nosotros somos jóvenes trabajadores que vivimos por la calle 15.

CP- NI FU NI FA? Tiene algún significado ese nombre? Son las iniciales de los integrantes?

J- No compadre, es NI FU NI FA porque “ni fumamos ni farreamos” sanos somos compadre…

Claro que no todo era color rosa, el compadre también abusaba del micrófono y vertía odios e intrigas de todo tipo, y siempre encontraba algún enemigo de turno contra quien profería todo tipo de calumnias poniendo a todo el populacho en contra del desfavorecido. Ningún angelito.
Y bueno, si sigo con las anécdotas el post no termina nunca, así que lejos de hacer un análisis del impacto social, cultural y al final político que ha significado este programa, es interesante considerarlo como un fenómeno que ha marcado un antes y un después en la forma de hacer comunicación en Bolivia, además de formar parte de los recuerdos y anécdotas de cualquier paceño ochentero que se precie de serlo.

Fuente Capsula del Tiempo

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